Toda el área de la posada ha sido construida conservando la geografía y la vegetación local con la intención de brindar a nuestros visitantes momentos de paz y sintonía con la naturaleza.
De la piscina de vidrotil con diversos niveles se puede oír el ruido del riachuelo que pasa al costado de la posada y el sonido de los pájaros cantando.
Si prevalecen las ganas de aventura, requiere a nuestros empleados que programen uno de los diversos paseos que se ofrecen en Ilhabela: puede ser un paseo de lancha por la costa, Off Road para una playa desierta o aún un sendero en medio a cascadas.
La playa del Curral, una de las más buscadas de la región, se ubica a tan sólo 200m de la posada y es una excelente opción para quienes quieren relajar.
Pero si te llegan aquellas ganas de relajar, nuestra colección de DVDs posee más de 50 títulos a la disposición.